Episodio #21. Entre bloques anda el juego.
La estimación de escaños es siempre carne de cañón para ávidos estrategas y sobre todo, un elixir del oráculo electoral para políticos y periodistas. Pero hay que saber leerla.
Bienvenidos al episodio número 21 de “No Data, No Party”. Cada viernes os traemos un análisis o reflexión sobre la actualidad política y social, con algunas recomendaciones estratégicas para mejorar la comunicación política. Con datos, por favor.
A menudo, la lectura de las encuestas en términos de partidos nos da una visión limitada de la realidad, y mucho más en los tiempos del multipartidismo fragmentado. En lugar de mostrarnos la verdadera dinámica de poder, se queda en un juego de suma de votos del PSOE vs. PP. Pero en la aritmética política y parlamentaria no solo es eso lo que te da un gobierno. En España, bien lo sabemos.
El contexto parlamentario español actual se define por la habilidad para tejer coaliciones 🏛️🔎 y a la vista de los datos, es un escenario en el que vamos a tardar mucho en bajar el telón para cambiar de atrezzo.
A la vista de las últimas encuestas publicadas, el titular simplista de algunos medios ha sido que "la derecha supera a la izquierda", mientras que la realidad es muy distinta, sobre todo si observamos las posibles coaliciones. Pedro Sánchez no solo cuenta con los apoyos de SUMAR, sino también con una red de acuerdos con partidos regionalistas e independentistas que han demostrado ser determinantes. 💼🤝
🤝 La coalición que mantiene a Sánchez en La Moncloa
En la investidura de noviembre de 2023, Sánchez renueva su mandato con 179 apoyos. Esta cifra no se explica solo con el respaldo de los partidos de izquierda, sino con una amplia coalición que incluyó el apoyo externo de los partidos de ámbito autonómico, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y CC.
🔗 Cada uno de estos acuerdos tiene sus propios compromisos y concesiones, desde la ley de amnistía exigida por los independentistas catalanes hasta transferencias económicas pactadas con el PNV. Pero en conjunto, forman un bloque que permite a Sánchez mantenerse en el poder, superando con creces a los 171 votos en contra que suman el PP (137), Vox (33) y Unión del Pueblo Navarro (1).
🗳️ No es una cuestión de partidos, sino de bloques
Entonces, ¿por qué sigue predominando la narrativa de que el PP lleva ventaja? Simplemente porque la mayoría de las encuestas se interpretan sin considerar las alianzas necesarias para gobernar. Al final, la política parlamentaria española no es una competición de suma de votos por partido, sino de capacidad de formar gobierno. Por eso, el bloque que sostiene a Pedro Sánchez sigue siendo, en términos reales, el más fuerte.
📊 📉 Visualicemos la diferencia con los gráficos 📊📉
En el siguiente gráfico observamos como si tomamos los datos de las encuestadoras comentados por los medios de comunicación, la coalición de derechas.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Electográfica.
En el siguiente gráfico podemos ver cómo se distribuyen los apoyos reales entre bloques. Cuando incluimos a los partidos regionalistas e independentistas en el bloque de Sánchez, la narrativa cambia drásticamente:
1.Bloque de Izquierda + Regionalistas: Este bloque supera con creces la suma de la derecha, al sumar a PSOE, SUMAR, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. 🎯
2. Bloque de Derecha: Aunque el PP pueda estar a la cabeza en las encuestas, el bloque de la derecha, incluso con el apoyo de Vox y UPN, se queda corto, sin opciones de mayoría. 🔄
Grafico 2
Fuente: elaboración propia a partir de datos de los Barómetros del CIS.
Por lo tanto, el siguiente titular sería mucho más realista:
"El bloque de Sánchez se consolida como el principal competidor, superando en capacidad de formar gobierno al bloque de la derecha."
💡💥 No nos dejemos engañar por la lectura superficial de los votos individuales. En la política parlamentaria, la clave está en sumar apoyos y construir mayorías, y en ese terreno, el bloque de Sánchez sigue estando por delante.
Y si eres político, recuerda: la estimación es solo una foto fija de un momento determinado que ni da ni quita gobiernos. Sí, hay que observarla, pero no es el resultado electoral ni significa nada si no se observa con tendencia, con método y, sobre todo, con datos.