Episodio #31. 🌍 Polarización y convivencia: ¿importamos conflictos ajenos? ⚖️
Con la creciente influencia de la política estadounidense en el discurso global se escucha cada vez más sobre "wokismo". Pero, ¿tiene sentido aplicar esta narrativa a España?
Polarización y convivencia: ¿Importamos conflictos ajenos?
Bienvenidos al episodio número 30 de “No Data, No Party”. Cada semana os traemos un análisis o reflexión sobre la actualidad política y social, con algunas recomendaciones estratégicas para mejorar la comunicación política. Con datos, por favor.
Últimamente, gracias a Trump y a la creciente influencia de la política estadounidense en el discurso global, se escucha cada vez más sobre el "wokismo" y la reacción conservadora contra él. Pero, ¿tiene sentido aplicar esta narrativa a España? ¿O estamos importando un marco de confrontación que no se ajusta a nuestra realidad política y social?
Más allá del debate terminológico, es innegable que existe una creciente 📉 polarización en la que tanto la izquierda como la derecha más conservadora se retroalimentan. La primera, al adoptar un discurso de identidades que en ocasiones cae en el esencialismo y la confrontación con la mayoría, ha generado rechazo y ha alimentado la narrativa de una derecha que se presenta como defensora de la “📜 cultura, la historia y las tradiciones” frente a lo que consideran una imposición ideológica.
En España, este fenómeno se ha reflejado en múltiples ámbitos. Desde el debate sobre la ⚖️ Ley del "Solo Sí es Sí", donde una reforma progresista mal diseñada terminó siendo utilizada por la derecha como ejemplo del fracaso de la agenda feminista, hasta la controversia sobre la 🐾 Ley de Bienestar Animal, que ha generado tensiones entre sectores animalistas y quienes defienden la tauromaquia o la caza. También podemos verlo en la eliminación de los nombres franquistas en calles y plazas, que ha sido interpretada por algunos sectores como una reescritura sesgada de la historia.
Pero aquí es donde el análisis reduccionista de la política identitaria falla. No es que el progresismo haya creado el giro autoritario de la derecha, ni que la derecha siempre haya sido así. Lo que ha ocurrido es un proceso de acción-reacción que ha llevado a una espiral de polarización. La izquierda ha priorizado discursos de minorías que, en algunos casos, han terminado alienando a sectores populares que tradicionalmente la apoyaban. La derecha ha aprovechado ese descontento para movilizar una reacción que, en su versión más extrema, ha adoptado rasgos liberales y excluyentes.
En lugar de quedarnos atrapados en esta dinámica pendular, donde cada lado saca lo peor del otro, necesitamos una política que recupere el sentido común. En España, el verdadero reto no está en adoptar o rechazar el “wokismo” como si de una moda importada se tratara, sino en encontrar un equilibrio entre la defensa de la igualdad y la protección de nuestra identidad cultural, sin caer en la imposición ni en la reacción visceral.
La "vía andaluza" ha demostrado que es posible encontrar un punto intermedio donde la convivencia entre valores conservadores y principios progresistas permite avanzar sin caer en la polarización extrema. Andalucía ha sido un ejemplo de cómo, a pesar de los cambios de gobierno, se han mantenido políticas de consenso en ámbitos como el turismo, el desarrollo rural y la gestión del 🏛️ patrimonio histórico.
El diálogo entre sensibilidades distintas ha permitido generar un modelo de gobernanza donde se preservan las tradiciones sin renunciar a la modernización y la inclusión social.
Este equilibrio andaluz nos recuerda que las sociedades avanzan cuando logran integrar las preocupaciones legítimas de ambos lados: el deseo progresista de proteger a los más vulnerables y el impulso conservador de preservar lo que funciona. La pregunta es si estamos dispuestos a construir ese espacio común o si seguiremos empujando el péndulo hasta que golpee con más fuerza en la dirección contraria.
Si quieres leer más sobre lo “woke”, te recomendamos el libro de Susan Neiman “Izquierda no es woke” o este artículo de WMAgazine.