Episodio #8. Desinformación: ser o no ser, esa es la cuestión.
Pedro Sánchez y su nuevo liderazgo antidesinformación, una estrategia política más para la movilización del voto y el control de la agenda pública.
¡Hola! “La crisis de los cinco días” ha inspirado nuevo post. La reflexión de Pedro Sánchez para dimitir o no por las acusaciones de corrupción a su esposa, Begoña Gómez, ha tenido como consecuencia resultados de mayor amplitud. Seguimos sin conocer ni una respuesta oficial, explicación o argumento en defensa de la actividad profesional de la primera dama española, pero tenemos nuevos temas por los que preocuparnos en España: la desinformación.
Mi padre siempre dice que el efecto no puede ser mayor que la causa. ¿Qué causa el que Pedro Sánchez nos haga plantearnos que en España existe una gran desinformación mediática, pseudo medios que contaminan la actualidad política y generan bulos sin ton ni son sobre todo en general? Sí. Era una pregunta retórica. Desde No Data, No Party, como siempre, nos ceñimos a los datos.
Si giramos la vista hacia el lugar sagrado al que el gobierno envía sus consultas para ser respondidas por la deidad, (CIS, barómetro de abril 2024), cuando los españoles son cuestionados por los principales problemas que afectan a España, un total de 1,9% de españoles perciben “el papel de los medios de comunicación y redes, desinformación, manipulación informativa, difusión de bulos” como el principal problema que existe actualmente en el país.
Sin embargo, observando ese mismo estudio del CIS, vemos que un 34,7% de los españoles identifican como principales problemas en España aquellos relacionados con la política y los políticos. En total, casi 4 de cada 10 españoles creen que, en España, el principal problema que existe después del paro y otros de índole económica son “el mal comportamiento de los políticos”, “los problemas políticos en general” o “lo que hacen los políticos”.
Fuente: CIS, barómetro de abril 2024. https://www.cis.es/documents/d/cis/es3450mar-pdf
Centrándonos en Andalucía, (barremos para casa), cuando los andaluces son cuestionados por el principal problema que existe actualmente en España, el 28,3% responde que la “insatisfacción con la política, la desconfianza y la corrupción”; el 2,9% responde que la “insatisfacción con el gobierno central/Madrid” y el 2,5% “el presidente del Gobierno central”. Solo el 0,3% de los andaluces detectan como problema en España la desinformación. Datos del Barómetro de Opinión Pública de Andalucía que publicó en el mes de abril la Fundación CENTRA.
La desinformación como ariete contra la derecha
Los españoles no detectan la desinformación como un problema grave en España, pero Pedro Sánchez actúa como salvaguarda de la democracia y esgrime esta contienda para acabar con los bulos, el fango y la desinformación. Centrar el debate público en la desinformación permite dejar de lado otros como la desafección política o la amnistía.
No queremos restarle importancia al fenómeno evidente de que, desde la irrupción de las redes sociales y, en esta última etapa, la irrupción de la inteligencia artificial, la generación de contenido malicioso, bulos, informaciones falsas o noticias carentes de rigor periodístico han sufrido un crecimiento considerable. Pero ¿esto es óbice para que el Gobierno considere a determinados medios de comunicación, o incluso periodistas, como desinformación y bulos?
En España, oficialmente no existe ningún índice sobre desinformación. Construir un índice de desinformación sería harto complicado ya que, en primer lugar, a pesar de que la tecnología que da soporte al ecosistema digital (medios de comunicación digitales, redes sociales, blog, foros, etc…) nos permita cuantificar el contenido clasificado como noticias, es más complicado establecer cuál de este contenido es o no desinformación. Sería algo así como un filtro de información veraz que identifique el contenido como verídico.
Desde un tiempo a esta parte han proliferado los verificadores de noticias, con un éxito creciente. Empresas como Maldita, Newtral, o el departamento de la Agencia EFE, EFE Verifica pertenecen a la red International Fact-Checking Network (IFCN) cumpliendo con sus estándares metodológicos y con su ventajosa solvencia identifican bulos y desinformaciones, bien de oficio o cuando son consultados por la ciudadanía.
Algunos gobiernos se centraron en las desinformaciones sobre salud debido a la pandemia del COVID19, como el de la Comunidad Autónoma de Andalucía que creó en 2020 una oficina para compartir “fake news”, pero no hay ningún sistema regulatorio a nivel nacional ni europeo en este sentido que oriente y establezca una metodología clara y que siente las bases para una oficina estable a largo plazo.
El buen periodismo, fundamental.
Recientemente se ha publicado el “Índice de libertad de prensa” que publica Reporteros Sin Fronteras, en el que España se sitúa en el puesto 30. Del 2023 al año actual, ha subido 6 puestos.
Nos picaba la curiosidad sobre la metodología utilizada para publicar este índice. Se basa fundamentalmente en un panel de expertos que responde a un cuestionario de 70 preguntas en el que se plantean cuestiones sobre si el gobierno tiene influencia en determinados medios de comunicación, si el gobierno tiene influencia para lograr el despido de determinados periodistas, o si existe censura en plataformas digitales sobre contenidos periodísticos. Puedes ver el cuestionario completo en todos los idiomas aquí.
Pero este índice no es práctico para la ciudadanía, ya que no se clarifica qué medios son más o menos veraces en sus informaciones, por lo que, aunque España se sitúe en el puesto 30 en este índice, la ciudadanía seguirá leyendo el contenido como lo estaba haciendo hasta ahora sin saber si es más o menos veraz.
La educación mediática y el espíritu crítico
¿Qué nos queda? La opción y la responsabilidad de discernir entre informaciones falsas o veraces recae, en su mayor parte, en la ciudadanía. El lector debe tener el suficiente espíritu crítico para comprender el contenido y, a partir de ahí, observar determinadas características de la información para verificar si es o no una noticia falsa.
Llegados a este punto, queríamos poner en valor Learn to check, un proyecto educativo y divulgativo que se centra en la educación mediática, especialmente para los jóvenes.
Pedro Sánchez ha sabido desviar la atención mediática y de la sociedad española hacia un problema que, sin ser percibido como tal, nadie puede negarlo, pero, la desinformación, ese villano al que el héroe Pedro Sánchez pretende exterminar, es su gran caballo de batalla para arrinconar al adversario.
Para mantener nuestra libertad de expresión y la calidad de nuestro sistema democrático deberíamos apostar por:
-Más educación mediática para fomentar el espíritu crítico ante los contenidos informativos.
-Más cultura de la no difusión: ante la duda, NO DIFUNDIR.
-Una tecnología adecuada desarrollada o visada por la Unión Europea que no permita la difusión de contenido malicioso (tipo The Trush Project)
-Más transparencia en la financiación y dirección de los medios de comunicación públicos y privados.
-Una mayor transparencia en quién es la persona o personas que firman el contenido y si este se ha generado o ha sido apoyado por Inteligencia Artificial.
Y, aunque resulte un tanto ñoño terminar este post con un pasaje literario, nos atrevemos a citar a William Shakespeare a modo de corolario:
“Ser o no ser, esa es la cuestión: si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro”.
NOTAS
Sobre el texto: el contenido de texto generado por IA en este post es del 0%.
Sobre la imagen: la imagen de este post ha sido generada por IA a través de Chat GPT4 con el siguiente promt:
“Necesito una imagen que, teniendo como base esta frase “Ser o no ser, esa es la cuestión: si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro”, describa una situación de un presidente del gobierno de España está luchando contra toda una amalgama de medios de comunicación, prensa, internet, bulos, foros, redes sociales.... erigiéndose él como el valedor de la información veraz y fidedigna.”